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¡Bienvenida!

Prepárate para una experiencia saludable y emocionalmente positiva.

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En la primera hora de la vida el bebé recién nacido despliega un comportamiento instintivo  característico, demostrando gran habilidad y destreza para mantener el vínculo de apego con su madre y asegurar su supervivencia logrando amamantar, por primera vez, de forma espontánea.

Las investigaciones realizadas por Ann-Marie Widström PhD, RN, MTD profesora emeritus del departamento de atención materno infantil, división de salud reproductiva y perinatal del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia muestran que los bebés recién nacidos se comportan instintivamente durante su primera hora de vida ¡si se lo permitimos!

 Para que esto sea posible es fundamental colocar al bebé boca abajo y desnudo sobre el pecho descubierto de su madre en contacto piel con piel durante la primera hora de su vida.

Si es necesario se le cubre la espalda con una sabanita o frazada teniendo la certeza de que estando en contacto piel a piel mantendrá su temperatura corporal adecuadamente  ya que el cuerpo de su madre despide el calor que él necesita. Increíblemente el cuerpo de la madre tiene  la capacidad de aumentar su temperatura un grado si hace frío y de disminuirla si hace mucho calor, ayudando a su hijo a que regule su propia temperatura fácil y eficientemente.

 

 Madre e hijo cercanos desde el primer momento

 

El bebé boca abajo sobre el pecho de su madre va a transitar por 9 etapas  instintivas que podemos observar con claridad si tenemos paciencia y respetamos su ritmo. No hay que olvidar que para completarlas, el bebé necesita alrededor de una hora sin interrupciones. Éstas son: 1. Llanto al nacer

Al nacer y entrar en contacto con el aire, el bebé llora con vigor y expande sus pulmones empezando a respirar de una forma nueva por primera vez. El médico debe esperar 3 minutos o que el cordón umbilical deje de latir para cortarlo. Así el bebé recibirá toda la sangre que queda en la placenta y su vida fuera del útero tendrá un inicio óptimo.

 2. Relajación

En cuanto la madre recibe al bebé con sus brazos y lo coloca sobre su pecho, éste se relaja por completo, deja de llorar, deja quietos sus brazos mostrándose muy tranquilo y sereno con sus ojos cerrados.

 3. Despertar

De pronto, el bebé  empieza a moverse suavemente e intenta abrir sus ojos al principio con dificultad hasta que los abre totalmente.

 4. Actividad

El bebé se voltea,  se mueve,  masajea al útero de su madre con sus piernitas y pies favoreciendo la  expulsión de la placenta y la formación del globo de seguridad en el útero previniendo hemorragia severa. Levanta su cabecita y su pecho esforzándose por encontrar la mirada de su madre la cual al verlo, queda maravillada y ambos hacen un mágico contacto visual para conocerse.

 5. Descanso

El bebé se recuesta y se serena descansando sobre el pecho de su madre.

 6. Arrastre

El bebé reanuda su actividad y se aproxima al pecho arrastrándose sobre su abdomen  buscando la areola y el pezón. Se empuja y mueve su cabeza de lado a lado orientándose y jalándose con sus manitas. Levanta su cabecita y su pecho, haciendo gran esfuerzo y emitiendo algunos sonidos en búsqueda del pecho.

 7. Familiarizándose 

El bebé se chupa la mano y la extiende hacia el pecho. Lo agarra así como al pezón favoreciendo la liberación de occitocina y la consecuente eyección de calostro. El pezón se erecta, mientras el bebé se chupa la mano varias veces, abre la boquita, chupetea, saca la lengua y busca activamente arrastrándose hasta llegar al pezón.

 8. Succión

De manera espontánea y sin que nadie lo asista, el bebé se prende adecuadamente al pecho y amamanta por primera vez alrededor de los 60 minutos de vida, acostado boca abajo sobre el pecho y el abdomen de su madre.

 9. Sueño

Después de la gran hazaña completada el bebé se queda dormido prendido al pecho y la mamá se duerme también plácidamente.

Confianza en la capacidad natural

Esta primera hora es en verdad mágica. Es una etapa que pasa y no vuelve en exactas condiciones, debemos aprovecharla asegurándonos no sólo de no separar a los bebés de sus madres sino vigilando que se realice el contacto piel a piel durante al menos una hora después del nacimiento.

Este contacto ofrece enormes ventajas tanto para el bebé como para  la madre quien de forma casi inadvertida tiene la certeza de que su bebé es capaz de amamantar  pues lo ve aprender con una habilidad sorprendente. Favorece el vínculo de apego entre la madre y el bebé, la actitud de estar alerta y responder  a las necesidades de su hijo, reduce el estrés materno y mejora la confianza de la madre así como los resultados en cuanto a la lactancia materna exclusiva. También promueve la estabilidad fisiológica (glucosa en sangre, temperatura y función cardio-respiratoria) y la auto regulación del bebé recién nacido.

El contacto piel a piel es una medida sencilla, fácil de implementar, sin costo adicional para las instituciones de salud y en definitiva, con claras y asombrosas ventajas para la salud de madre e hijo.

 

 

Al pensar en mortalidad materna cero, me gustaría reflexionar sobre lo que implica el embarazo tanto por su relevancia como por su significado. Es por todos reconocido que se trata de una etapa que requiere de muchos cuidados tanto en la parte física, emocional, el entorno en el que se vive, y en la atención materno infantil. La importancia de procurar que se brinden las mejores condiciones para un embarazo saludable no sólo radica en proteger a la mujer y a sus hijos, sino a la sociedad, en general.  Organizaciones civiles nos hemos organizado para fortalecer a las mujeres embarazadas, sobre todo a aquellas que viven en condiciones adversas o en situación de desamparo.

¿De qué se trata?  De buscar el mejoramiento de la salud de toda mujer embarazada, maximizar las posibilidades de su fortalecimiento y disminuir la mortalidad materna en nuestro país.

Y es que sabemos que no existe un diagnóstico de la situación de las embarazadas en rubros relacionados con la nutrición, la vida laboral, la violencia, la educación entre muchos otros. Ante este desconocimiento del panorama nacional, poco se puede esperar sobre la  verdadera protección a la mujer que está gestando una vida.

Debemos buscar promover estas acciones:

  1. Toda mujer embarazada debe gozar de las máximas garantías jurídicas para asegurar su protección.
  2. Consideración privilegiada y preferente de la mujer gestante en el acceso a las prestaciones y servicios públicos (servicios sociales, educación perinatal, atención materno infantil respetuosa, fomento de la lactancia materna y servicios de salud adecuados).
  3. Definición de programas adicionales de protección a mujeres embarazadas en crisis, desamparo o vulnerabilidad.
  4. Establecimientos de estrategias transversales que fomenten el fortalecimiento del vínculo padre – madre – hijo.
  5. Conformación de un Diagnóstico sobre la mujer embarazada en México.

Cada uno de los puntos busca la participación de distintos sectores de la sociedad, con el fin de que el tema se vea con mayor amplitud y no sólo se limite a la salud. Y es que en los últimos años la preocupación de nuestros gobiernos ha sido la cobertura de las necesidades médicas para evitar la muerte de las mujeres en esta etapa, cuando hay más aspectos que considerar.

Por ejemplo, entre los factores que destacan se encuentran:

  1. Aspectos psicológicos. Se sabe que la falta de apoyo por parte de la sociedad y de la pareja, las propias vivencias, la experiencia de la maternidad y el temperamento del bebé constituyen factores críticos que pueden conducir a una depresión durante el año siguiente al parto.
  2. Aspectos de nutrición. La desnutrición es un proceso que con frecuencia da comienzo en el útero y que, en particular en el caso de las niñas y las mujeres, puede durar toda la vida: una niña que padece retraso en el crecimiento uterino, probablemente lo padecerá también en la adolescencia y en la edad adulta.
  3. Aspectos de violencia. Se ha identificado que los entornos de violencia intrafamiliar o doméstica constituyen un factor de riesgo de mortalidad materna, perinatal y neonatal.
  4. Aspectos educativos. Sabemos que educar a las madres les permite tomar decisiones informadas en lo relacionado a la atención materno infantil, la lactancia materna y la crianza como protagonistas responsables del desarrollo de su propia familia.

Urge apoyar a todas las madres y proteger el embarazo como un compromiso social ya que vivir tanto la maternidad como la paternidad  fortalece al hombre y a la mujer cuidando por ende a su familia y logrando el fortalecimiento de la base del tejido social conformada por la familia.  

1.    ¿Qué es el parto?

El parto es la función natural que realiza la mujer para dar a luz a sus hijos.

2.    ¿Cuántos tipos de parto existen y cuáles son sus definiciones?

La función del parto es solo una. Lo que varía es el tipo de atención que recibe la madre durante el parto y por esta razón podemos observar diferentes circunstancias en el nacimiento:

a)    Parto natural: Es el nacimiento por vía vaginal en el que el proceso fisiológico y espontáneo del parto se respeta, permitiendo que se lleve a cabo libre de intervenciones médicas y a libre evolución. El prestador de cuidados de la salud solamente verifica que tanto la madre como el bebé estén en óptimo estado de salud durante el trabajo de parto y el nacimiento.

b)    Parto vaginal con intervenciones médicas tales como inducción, monitoreo fetal electrónico continuo, bloqueo peridural y episiotomía, entre otras.

c)    Parto psicoprofiláctico: Durante el embarazo la pareja que espera un bebé, se prepara y capacita para el parto por medio de un curso de educación perinatal que le permite libremente elegir un parto natural por vía vaginal y libre de intervenciones médicas. También le permite recibir medidas de confort y herramientas que facilitan el parto y le ayudan a lograr una experiencia saludable y emocionalmente positiva del mismo.

d)    Parto en agua: Se trata del proceso natural del parto —libre de intervenciones médicas— en el que la expulsión del bebé la realiza la madre dentro en una tina de agua tibia, logrando una experiencia saludable, suave y, emocionalmente, gratificante.

e)    Parto instrumentado: Es el nacimiento por vía vaginal con bloqueo peridural y en el que el médico realiza alguna maniobra obstétrica como la aplicación de fórceps.

f)     Nacimiento por cesárea: Es la extracción del bebé por vía abdominal por medio de una cirugía que requiere anestesia epidural. Se le conoce como operación cesárea.

g)    Parto vaginal después de cesárea (VBAC por sus siglas en inglés): Es el parto natural en una mujer con una operación cesárea previa. Se da una vigilancia estrecha pero sin intervenciones médicas rutinarias.

 

3.    ¿Qué significa parto humanizado? ¿Cuáles son sus componentes?

El parto se humaniza cuando los padres y en especial la madre, participan, se   preparan, deciden libremente y planean el nacimiento de su bebé implementando prácticas de atención que favorecen el parto natural y saludable. Estas prácticas son:

1. Permitir que el parto inicie por sí mismo.

2. Que la mujer dé a luz libre de intervenciones médicas rutinarias.

3. Que la mujer tenga libertad de movimiento, en todo momento, durante el trabajo de parto y el nacimiento.

4. Que la mujer adopte posiciones verticales durante la expulsión.

5. Que la mujer goce de apoyo continuo de un familiar o una doula durante el trabajo de parto y el nacimiento.

6. Que el bebé permanezca, en todo momento, al lado de su madre durante su estancia en el hospital.

 

La implementación de este tipo de atención nos ha llevado a constatar que la mujer puede dar a luz gozando de un parto humanizado, natural y saludable, transformándose de forma sorprendente al asumir su maternidad.

4.    ¿Cuándo dejó de ser el parto humanizado? ¿Cómo perdió ese enfoque?

Cuando los partos dejaron de atenderse en el hogar y se trasladan al hospital se deshumanizó muchísimo la atención de la mujer ya que se perdieron elementos muy importantes para las madres: se les dejó sin la presencia de su esposo o seres queridos, sin alimento ni bebida, desprovistas de su ropa, confinadas en cama. Más allá, se les transmitió el mensaje de que el parto es peligroso y que ellas serían incapaces de realizarlo por sí mismas, generándoles gran desconfianza, temor e impidiéndoles participar en la toma de decisiones en torno al cuidado tanto de su salud como la de su bebé.

5. ¿Quién promueve el parto humanizado?

Son diferentes organizaciones e instituciones que agrupan a especialistas en Educación perinatal y que se encuentran en todos los estados de la República Mexicana. Muchas de ellas han egresado de la Universidad Anáhuac y están certificadas por Lamaze International y DONA International. Un organismo importante en México es la Asociación Nacional de Instructoras en Psicoprofilaxis Perinatal, AC. (ANIPP) que es la organización profesional que las agrupa junto con instructoras egresadas de otras universidades y un número importante de médicos.

6.    ¿Para qué sirve el parto humanizado?

Para que tanto las madres y los bebés estén en óptimo estado de salud. También para que los padres asuman su maternidad y su paternidad participando, educándose y realizando planes concretos para el nacimiento de sus hijos, según las circunstancias particulares de cada caso. Hay que recordar que la maternidad-paternidad fortalece a la mujer y al hombre para siempre y, en ese sentido, el parto humanizado favorece a que se viva a conciencia.

7.    ¿Cuáles son las ventajas del parto humanizado para la mamá y el bebé?

En principio, contar con educación perinatal permite a los padres comprender el proceso del embarazo y maravillarse de la posibilidad de dar la vida a una persona humana; les ayuda a cuidar su salud física y emocional y les da las herramientas para planear y llevar a cabo un parto natural gozoso y lleno de salud recibiendo a su hijo en condiciones óptimas. En cuanto al bebé, el sentirse recibido con esta apertura y alegría, disfruta de mayores oportunidades para tener mejores cuidados y recibir, con mayor plenitud, el amor de sus padres.

8.    ¿Cuáles son sus desventajas para la mamá y el bebé?

La verdad no veo desventaja alguna.

9.    ¿En dónde se llevan a cabo los partos humanizados?

En aquel lugar donde se cuente con una instalación hospitalaria acorde con los principios de respeto, privacidad, libertad de movimiento, posibilidad para que la mujer esté acompañada por quien ella elija (su esposo, madre, hermana, etc.) o bien por una doula profesional. El lugar donde ocurre el nacimiento puede acrecentar la habilidad de la mujer para dar a luz o puede inhibirla llenándola de inseguridad y temor debido a su vulnerabilidad en el trabajo de parto. De ahí la importancia que sea un sitio con las características mencionadas.

10.  ¿Cómo se difieren de los otros?

Parto humanizado es sencillamente respeto a la mujer y a sus decisiones en cuanto a cómo desea el nacimiento de su hijo, para que ella pueda vivir la belleza de dar a luz de forma natural así como experimentar los sentimientos más altos del corazón humano: entrega total, valentía, fortaleza para enfrentar los retos más grandes, fidelidad sin límites a la misión encomendada, laboriosidad infatigable, intuición penetrante, conciencia plena de la presencia de Dios y amor verdadero que la transforma en madre.

11.  ¿Cuánto cuesta un parto humanizado?

Cuesta solamente una actitud positiva, cálida, profesional y amorosa de parte de los prestadores de servicios de salud que, dicho sea de paso, no puede pagarse con dinero. Lo que sí es que la cuenta del hospital será menor al no haber intervenciones médicas rutinarias, en tanto se gasta menos en insumos y materiales médicos. Incluso con un parto natural la estancia hospitalaria se reduce.

12.   ¿Algo más que desee agregar?

Vivir la maternidad es un acontecimiento de familia. Humanizar este proceso es confiar en la capacidad natural de la mujer y facilitar que ella lo asuma de igual forma. Es respetar el parto normal en el que la mujer es la protagonista junto con su hijo conservando sus sensaciones y tomando sus propias decisiones dando a luz en un ambiente seguro y de respeto.

El parto humanizado implica reconocer la dignidad y lo sublime del momento en que nace un bebé. Es intervenir oportunamente solamente si la madre o su bebé enferman, explicándole con detenimiento y claridad las soluciones que médicamente se ofrecen.

Es respetar a la mujer-madre y apoyarla mientras da a luz a su hijo sabiendo que solo por el hecho de ser mujer está dotada con la capacidad natural para parir. Es escucharla y rodearla de un entorno de confianza y amor. Es confiar en ella que coopera con Dios en la creación y recibimiento de su bebé al asumir su maternidad como una misión que llena de sentido su vida.