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¡Bienvenida!

Prepárate para una experiencia saludable y emocionalmente positiva.

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El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de tiempo cada día. (Battista).

No me cabe concebir ninguna necesidad tan importante durante la infancia de una persona que la necesidad de sentirse protegido por un padre. (Sigmund Freud).

Con frecuencia se habla sobre la maternidad y la importancia del cuidado de la mamá durante este periodo, sin embargo, son pocas las personas y organizaciones que le dan lugar al hombre y valoran la importancia de la paternidad.

Es conocido que a los padres les resulta más difícil hacerse cargo del cuidado de los hijos, pero  entre más temprano se involucran en su vida, es más sencillo superar las emociones de inseguridad que derivan de su cuidado: “ no hay reglas establecidas, cada papá va construyendo la relación con su hijo de la manera que quiere, dándose la libertad y el espacio para ensayar distintos modos de estar con él, encontrando la mejor manera de construir y ejercer su paternidad con el objeto de fortalecer los lazos que lo vinculan a la mamá y al niño” comenta Gaby Oria, educadora perinatal con más de 40 años de experiencia en el tema.

El  hombre que ha tenido la oportunidad de presenciar el nacimiento de su hijo,  ha vivido una experiencia que lo fortalecerá para siempre como ser humano y como miembro de una familia, porque como señala la especialista, “cuando nace un bebé, nace también una nueva familia: nace una madre y nace un padre, vínculo indisoluble que los transforma y los enriquece para siempre”.

La relación y el amor que siente un padre por su hijo son tan importantes para su alegría, éxito social y académico, como lo es la relación con la madre. De ahí que, aún cuando el padre no puede experimentar  lo que la mujer siente al parir, sí puede involucrarse más a fondo en el proceso, demostrando que la experiencia  no es sólo de la mujer sino de los dos. “la función masculina no es hacer de madre, sino cuidar y garantizar que a su bebé no le falte una. El papá se convierte en compañero de una madre que cría y que necesita de un entorno seguro, apacible y tranquilo para la crianza del bebé” comenta la Dra. Oria.

Culturalmente,  la imagen tradicional que se tiene del padre no ha permitido a muchos hombres acercarse plenamente a sus hijos. En otras palabras, el padre es visto sólo como proveedor y como autoridad. El amor en cambio, se considera una característica esencialmente materna. Percepción que ha provocado que muchos hombres “abandonen” su parte emocional, porque lo débil, lo tierno, lo cariñoso es asociado con  lo » femenino”.

Afortunadamente, esta concepción paterna se ha ido flexibilizando, y en la actualidad el hombre se involucra cada vez más en la crianza y educación de sus hijos, reconociendo este proceso no sólo como una obligación, sino como un gran regalo que esta dispuesto a recibir y a disfrutar.